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¿Qué es el fideicomiso? Conozca la definición y características de esta figura
De conformidad con la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito en su artículo 381, se señala que “en virtud del fideicomiso, el fideicomitente transmite a una institución fiduciaria la propiedad o la titularidad de uno o más bienes o derechos, según sea el caso, para ser destinados a fines lícitos y determinados, encomendando la realización de dichos fines a la propia institución fiduciaria”.
En otras palabras “El Fideicomiso” es un acto jurídico como herramienta de de control de la herencia que debe constar por escrito, mediante el cual una persona a la que se le conoce como fideicomitente delega determinados bienes de su propiedad, a otra persona llamada fiduciario, para que ésta administre de la mejor manera los bienes en beneficio de un tercero, llamado fideicomisario o beneficiario.
Dichos bienes pueden ser sumas de dinero como también derechos.
Personas que intervienen en “El Fideicomiso”
- El fideicomitente, es una persona física o moral que determina y aporta al fideicomiso bienes o derechos de su propiedad, estableciendo condiciones de administración y distribución.
- El Fiduciario, que es la persona que recibe los bienes o derechos pero no para sí, sino para una tercera persona, el fideicomisario. Precisamente por ese motivo tiene como función el encargarse de conservar y administrar correctamente los bienes y derechos citados para luego poder transmitirlos llegado el momento.
- El Fideicomisario, es la persona que llegado el momento pertinente, recibirá los bienes o derechos del fiduciario.
Tipos de fideicomisos
Existen diferentes tipos de fideicomisos:
- Fideicomiso de administración: Su función es trasmitir al fiduciario determinados bienes y derechos para que éste los conserve, custodie, administre y trasmita a su favor o de un tercero.
- Fideicomiso de inversión: El fideicomitente otorga recursos o valores para que el Fiduciario los utilice en operaciones económicas, con el objetivo de adquirir un beneficio monetario.
- Fideicomiso de Garantía: El fiduciario recibe los bienes o derechos para garantizar el cumplimiento de una obligación principal, a cargo del fideicomitente y a favor del acreedor fideicomisario.
La ventaja principal que tiene esta figura, es que el deudor-fideicomitente puede mantener la posesión de los bienes aportados al fideicomiso, al mismo tiempo que sirven como garantía.
Puede considerarse que existe una clasificación más amplia si se toma en cuenta la finalidad del Fideicomiso, por ejemplo: Fideicomisos Testamentarios, Fideicomisos Patrimoniales, Fideicomisos de inmuebles en Zona Restringida, Fideicomisos para Desarrollos Inmobiliarios, Fideicomisos Patrimoniales, etc.
El fideicomiso es un modo de disposición de la propiedad que sujeta los bienes a un destino determinado, en interés de personas distintas de aquella que recibe la propiedad.
Pasos a seguir para crear un fideicomiso
- Determinar cuál es la finalidad que se desea realizar y seleccionar los bienes de los que desea disponer para lograrlo.
- Seleccionar quién será “El Fideicomisario”.
- Elegir a “El Fiduciario” para que se encargue de la administración y pactar con la misma las condiciones de la administración.
- Se debe tomar en cuenta que “El Fiduciario” cobrará una remuneración por esta gestión, por lo cual es necesario tener una previsión de fondos para cumplir con el pago oportunamente.
- Definir el periodo de duración, recordando siempre las limitaciones de las duraciones estipuladas.
- Las condiciones del contrato deberán ser sopesadas y discutidas; una vez que esto suceda, es necesario reunirse “Las partes”, y cuando sea el caso, ante fedatario público.
Ventajas del fideicomiso
Según el tipo de fideicomiso y las cláusulas pactadas se obtienen ciertas ventajas, a continuación algunas que suelen aplicar a todos o a la mayoría de los contratos de fideicomiso:
- Fiscales:
El Fideicomiso es fiscalmente “transparente”, es decir, los derechos y obligaciones fiscales derivados de las operaciones que se realicen a través de un fideicomiso, recaen en el Fideicomitente (que aporta) o los Fideicomisarios (que reciben).
- Embargabilidad:
Los bienes administrados son inembargables.
- Secrecía:
La constitución del fideicomiso da seguridad y confidencialidad respecto del patrimonio fideicomitido, y a las partes que lo conforman.